Después de un recogimiento largo, de vida y muerte, de gestación y dolor, de transiciones de aquí y allá, me doy cuenta de que necesito hacer una especie de retrospectiva ordenada y clara de mi trabajo. Sin duda no he dejado de investigar pero me doy cuenta que aunque sigo y seguiré en ello, necesito saber que es lo que he encontrado y cómo se ha ido construyendo mi camino para seguir con paso firme.

Esta página web es una suerte de bitácora de este camino, es un archivo (incompleto) que da cuenta de en dónde estado y por dónde he ido. Es momento de darle Forma clara a lo que hago para crear un documento digital, entre otras cosas, legible y seguible. Gracias por acompañarme…


Momento de gestación pura: silencio, paciencia y calma… hasta que nazca: una bella y grande sorpresa.


Llegó el momento de compartir y salir nuevamente… Estrenando pieza! Una nueva aventura en la que experimento otro formato, mi voz en mi danza, un nuevo lugar, una nueva yo?

Gracias a todes los que me han acompañado en este camino de encuentro.

Cartel: Gabrielle Rapp Ramos / @pichelluc

Cartel: Gabrielle Rapp Ramos / @pichelluc



Un año pasó, sin más y con mucho. Extraño mucho bailar en público. Si, lo siento hasta en los huesos. Uno año de entrenamiento forzoso en muchos niveles, que sin duda a levantado muchas preguntas, algunas respuestas y la certeza de que el cuerpo pide movimiento y no sólo eso; pide su canto. El descubrimiento: el canto de la danza: mi regalo. Nuevas formas, formatos y caminos en un mismo piso, espacio, muros y ventanas compartidas. Aquí adentro, junto al aguacate y al granado surgió mi música, las clases a distancia, el aprendizaje más detallado del funcionamiento del cuerpo, algunas piezas breves y una que se está creando. Me aprendí una coreografía de Marce Cunnigham, aprendí a cocinar mejor, a jugar con los niñxs, a bailar en mi sala entre otras cosas. Sigo presente en la ausencia… muy agradecida.

Espero que pronto, y será pronto, vuelva a salir a compartir.


Junto al mar…casi… muy cerca. A mi lado un aguacate y un granado y tal vez una familia de iguanas. Curiosamente leo el último párrafo que publiqué el año pasado y si mi proceso requería de recogimiento, de estudio e investigación hoy lo requiere el mundo. Ciertamente hoy me encuentro en otro lugar del mapa geográfico, pero tal vez éste aislamiento global me invita a encontrar otro lugar en la cartografía personal.

Empezó el año con un viaje inesperado breve que se convirtió en un viaje para habitar otra forma de vida. Entre tanto subir y bajar, empacar y desempacar estuvo muy presente la PRESENCIA… seguir indagando en el ella y sobre ella y en el papel que juega con respecto a mi trabajo. Semanas de laboratorio intensivo en la Rendija* y en la segunda edición de la Residencia de Arte Social en Tecoh generaron preguntas, algunas respuestas y muchas acciones pero sobre todo una premisa con la cual resueno hoy por hoy: mi responsabilidad como artista escénica es ESTAR PRESENTE. Tan simple y tan complejo como eso. Sigo…. Una de las herramientas que yo más aprecio, la improvisación, me dio la oportunidad en unas cuantas ocasiones en lo que va del año, a probar los conceptos e ideas que se generaron con la investigación que emprendí el último trimestre del año pasado. Lo curioso es que aunado a la danza encontré que la plasticidad visual es un elemento que disfruto construir y unir al movimiento.

Aprovecharé estos momentos de vigilia para seguir investigando pero sobre todo para agradecer todo lo que tengo, lo que fue, lo que es y lo que será.

* Agradezco a Raquel Araujo por abrirme su espacio para guiar Katachi: la forma presente.


Últimos meses de 2019: uno propone y el universo dispone y ante eso hay que tomar decisiones. Es tiempo de estudio, de investigación, de recogerse. Ha sido un año abundante de experiencias únicas y de aprendizaje intenso. Ahora toca digerir y enfocar… ordenar. Tal vez abrirse a los cambios y empezar a construir otros caminos y expandir el mapa; el mapa de mi cuerpo. Estar en silencio , cerrar los ojos, no resistir y en una de esas, despertar junto al mar………… 2020.


2018 en la memoria, 2019 en la carne. Dejé de escribir, me concentré en mi espacio y todo lo que se estaba creando en él. Mucho aprendizaje, de ese que es primigenio pero nadie te enseña. Aprendes hasta que lo vives. También busqué, pero por otros lugares más interiores, por ejemplo: mi departamento. Junto con la arquitecta Adriana David emprendimos una reflexión sobre el cuerpo, la memoria y el espacio que culminó en la instalación danzada: Memoria in-corporada.

Otro de los espacios interiores dentro de los cuales investigué fue en el vestuario de “Edipo Rey”, obra dirigida por Robert Wilson. Una gran oportunidad para darle vida a un cuerpo inerte que cubre casi por completo a un cuerpo vivo (o eso espero). Una oportunidad para vivir el movimiento en la quietud, la circulación de ella en los ojos. Una perla que me permitió experimentar el espacio atemporal gracias a los lugares en los que se presentó la obra durante el 2018 y 2019. Sin duda extraordinarios.

El 2019 se asoma para saltar YA! Katachi emprende sus primeros pasos. El proyecto incubado en un sueño cobra forma de Laboratorio para dar más pistas. El canto…. se escucha… y yo resueno. Y si me pongo a pensar, la memoria siempre está PRESENTE.


Temporada de lluvias, mediados de año. La primera mitad del 2017 fue una aventura compartida en la que proyectos como A campo abierto siguieron su camino mientras que mi cuerpo iba creciendo y los latidos de dos corazones se iban intensificando. 

En enero se materializó lo que para mi es el principio de una búsqueda sobre la Presencia. Junto con la artista Léa Soler, experimentamos en el campo morelense lo que es Ser dos en uno - cuatro en total - con la realización del video poema titulado Presencia-s.

 

 

Paralelamente improvisa - mos junto con músicos como Yukari Hirasawa (koto), Alejandro Méndez (instrumentos prehispánicos), Bárbara Cerón (arpa barroca), Vladimir Bendixen (fídula), Babou Diabaté (cora) y su ensamble Kayra Silabaa, Kristin Carmina Ayala (Shamisen) y Barahúnda Cuarteto en la noches abiertas de Ciencias # 50.  Asimismo, tuve la oportunidad de hacer la dirección artística de un proyecto musical muy inspirador: Lucernario del Sur dirigido por Manuel Mejía Armijo. Es un concierto de músicas diversas cuyo punto de encuentro es su profundidad. La reunión de la "Misa Solemne" de Margarito Damián Vargas (1873 - 1919), las composiciones de George Gurdjieff y los sones del ensamble Chintete, hicieron que se convirtiera en un ritual de día de pascua... fortuitamente. Un ritual de preparación en mi caso, para el alumbramiento de una nueva vida que danzó conmigo esos primeros meses del año y que ahora está en la danza de mi vida. Un ritual que terminó con el canto de un niño de la sierra de Guerrero, el Maestro Chuchín, que me recordó la belleza y pureza de la naturaleza, tanto humana como material. Eso para mi fue un gran regalo. 

En primavera nació mi nueva vida y para recibirla me quedé quieta y en silencio. Sólo así se puede apreciar la magia de la creación. 

Hoy me muevo poco a poco... para echar a caminar un nuevo andar.


2016 fue un año de nuevas experiencias y gratas sorpresas. Comencé una investigación de movimiento improvisado en el proyecto que titulé A campo abierto (noches de improvisación en las cuales participan músicos y artistas de diversos géneros para crear un performance in situ). De estas noches emergieron preguntas y reflexiones acerca del acto creativo, la libertad en el acto de danzar y tocar, los alcances y límites de la improvisación entre otras. 


Los primeros meses del año Gabriel Elizondo (guitarrista y compositor) y yo nos enfocamos a montar EN EL CLARO, coreografía que participó en el XXXV Premio de Creación Coreográfica Guillermo Arriaga y que pasó a la eliminatoria. Esta obra surgió de la investigación dancistica que realicé en el campo morelense entre los cañaverales. Participar en dicho certamen fue muy interesante ya que de ahí emergieron varias preguntas. ¿Cómo es que se define la danza contemporánea actualmente? ¿Cuáles son las categorías con las que podemos describir las creaciones dancísticas de hoy en día? Cuáles son los criterios que un concurso de esta envergadura utiliza para el desarrollo de la danza en general? 

Agradezco a Gabriel Elizondo, Adriana David, Nuria Rubio, Ileimn Ceciliano, Elisa Pérez, Claudia Arellano, Francisco Bringas, Alicia Salinas, Isabel García, Juan Pablo Ruíz Velasco, Luca Salas y todos los que colaboraron para materializar esta pieza.


En el verano regresé al Watermill Center para trabajar con el artista multifacético Robert Wilson. Sin duda es una experiencia que transforma, vacía, reconfigura y confronta. Salí de ahí cuestionando todo lo que tenía dado por sentado y motivada a seguir buscando, no sin antes pasar por un halo de incertidumbre. Ahí tuve la oportunidad de participar en un par de piezas coreográficas de Marianna Kavallieratos, además de presentar mis propios proyectos tanto  de improvisación dancística en colaboración con Johan Bark (SUECIA) y Rodrigo Boecker (BRASIL),  una coreografía titulada "UNFOLDING FIELDS" (Desdoblando campos) para la "Sackler Conference" de Ciencia y Arte, así como la videodanza CAJA DE RESONANCIA.

Fotografía: Lovis Ostenrik

Fotografía: Lovis Ostenrik

Video cortesía de: http://www.klokworksproductions.com

El otoño estuvo impregnado de un aire de música del pasado y simbolismo: recogimiento. Gurdjieff, Alfonso X el Sabio, piezas sefardíes entre otras fueron los motores para entrar a un mundo más hondo y personal, muy conectado con el cuerpo femenino en movimiento. ¿Cómo se resignifica este conjunto de realidades: cuerpo - mujer - movimiento - gesto a partir de este música, una que para mi es muy íntima e interior? Agradezco a Manuel Mejía (laúd), Vladimir Bendixen (fídula) y Bárbara Cerón (Arpa barroca) por haberme invitado a esta travesía que comenzó con dos corazones en un cuerpo.

Muchas gracias a todos los que compartieron espacio, tiempo, música, danza, ideas, creación y reflexión en el 2016! 

El 2017 comienza. 


Y la búsqueda sigue… eso sin lugar a duda, pero en otro espacio. En uno desconocido. Entretanto las sesiones de A campo abierto reposan y darán su vuelta cuando sea necesario. Seguro lo abriremos.


Otoño llegó y con él la temporada de A campo abierto. Después de un verano de aprendizaje y trabajo intenso en el Watermill Center, regreso a mirar. El campo se abre de nuevo. No sé precisamente cómo, pero es cosa de sumergirse al mar de cañas, al mar de calma. Todas las flores sembradas, hojas recogidas, verde resaltado, quietud extendida, movimiento lento, espontaneidad exigida, rojo, más rojo que verde y una nueva ubicación en el mapa, probablemente guíen la travesía.


Comencé 2016 pisando un campo de caña. Me di cuenta que antes de bailar con y a través de él, tenía que aprender a caminarlo. Esto es lo que he hecho estos primeros meses del año, además de observar su continuo crecimiento. Relacionar mi cuerpo con el movimiento de las cañas y su altura cada mes cambiante. De esa expansión surge el proyecto A CAMPO ABIERTO. Son unas noches de improvisación en las que invito a músicos de diversos géneros a crear y tocar en libertad sin conocimiento previo de lo que surgirá. Estas experiencias han sido muy importantes para mi proceso creativo ya que a partir de la variedad de armonías, melodías y sonidos mi cuerpo reacciona de manera distinta y espontánea. A Campo Abierto se desarrolla en un espacio íntimo en la colonia Escandón dos jueves al mes. 

Para obtener más información sobre este proyecto se puede consultar la sección de CALENDARIO de esta página y su portal en Facebook: A campo abierto.